Hace mucho que no pasaba unos días tan acogedores. Es un hotel en una zona preciosa, respecto a los principales lugares de interés. Con habitaciones ordenadas. Las habitaciones con una cocina, una bonita vista, una caja fuerte. Una atención al cliente fantástica.

Las habitaciones eran lo suficientemente espaciosos y panorámicos, con una cocina, todo era perfecto. Tenía Wi-Fi gratis y un hervidor de agua eléctrico. Fue fácil encontrar la estación de tren, estaba a un paseito del hotel.

La ubicación es perfecta, cerca del puente Carraia y rodeado de restaurantes y un supermercado. El personal, especialmente Enrico, es amable y servicial. Las habitaciones son grandes y cómodas, con aire acondicionado y un ascensor pequeño. El desayuno básico a 4€ es suficiente.

Me sentí bastante seguro, no he tenido ningún inconveniente.

La gente es buena y amable, te sientes bienvenido. Me han encantado el Wi-Fi gratis y el hervidor de agua eléctrico en la habitación. Quedarse aquí es una experiencia acogedora.

No veo la hora en la que vuelva por la proximidad de la iglesia de Santa María Novella. Andando se tarda unos 15 minutos en llegar a la Plaza de la Señoría. Realmente hemos disfrutado de San Frediano Mansion...

Mi lugar favorito para alojarme en Florencia. Siempre vuelvo a este hotel por su amable personal que me ayudó retrasando mi salida la primera vez. Tiene Wi-Fi gratis, parking, TV de pantalla plana, ascensor, hervidor eléctrico. Volveré para el fin de semana.

El hotel estaba a 20 minutos andando de destinos turísticos como la Galería de la Academia de Florencia. Ninguna queja en absoluto, no dudaríamos en volver.

El alojamiento es económico y está situado en una ubicación muy céntrica. El edificio es antiguo y tiene techos altos, lo que le da un encanto especial. Las habitaciones están decoradas con gusto y son espaciosas. El personal es amable y servicial. Hay otros hostales en el mismo edificio, lo que crea un ambiente animado.

Me sentí totalmente como en casa, no tengo ninguna queja en absoluto.

si lo que buscas es solo precio y una situacion muy centrica, pues muy bien

instalaciones obsoletas, somier roto, suciedad............

Su personal bueno y amable proporciona un servicio fantástico. Tiene camas enormes y Wi-Fi gratis y un hervidor de agua eléctrico en la habitación. El baño es lo mejor, es bonito. El mejor lugar para alojarse cuando viajas a Florencia.

Habitaciones panorámicas y enormes que contaban con una hermosa vista y también una caja fuerte. Los que trabajan allí son bastante agradables. Todos los servicios eran fantásticos.

Habitación amplia, cómoda y limpia. Ubicación perfecta cerca de atracciones turísticas. Propietario amable y generoso. Wifi y aire acondicionado funcionaban bien. Buena relación calidad-precio.

Que no pude quedarme más tiempo.

El hotel estaba muy limpio y su ubicación era impresionante muy cerca del centro. Ubicación: el hotel estaba a pocos pasos de principales atracciones, de lo más destacado y también del puente. Había una buena cantidad de restaurantes para comer, como Momoyama, que estaba a sólo 5 minutos a pie. La habitación era impresionante y auténtica, con Wi-Fi gratis y un hervidor de agua eléctrico. El personal era bueno y amable siempre que necesitaba ayuda. El WiFi gratis era muy bueno y el servicio era fantástico.

La ubicación cercana a todos los servicios y los principales lugares de interés fue excelente. estuve contento con la limpieza de las habitaciones y las instalaciones del hotel. El desayuno fue satisfactorio y el personal fue amable y atento.

Nada que decir.

Me encantó la ubicación del hotel, estaba en el corazón del centro y resultaba muy conveniente para moverse a pie a todos los sitios. Además, la habitación en la que me hospedé era enorme y estaba muy limpia. Me gustó mucho que hubiera una nevera y una jarra eléctrica para preparar té, eso me resultó muy práctico. Además, el personal del hotel fue muy amable y atento durante toda mi estancia.

Por otro lado, había algunos aspectos que no me gustaron tanto. Las ventanas de la habitación daban a un patio interior y las cortinas del baño eran casi transparentes, lo que hacía que no hubiera mucha intimidad.